Acercando la escuela en tiempo de confinamiento

Irene Becerra Espada es maestra de infantil, trabaja en una escuela del Ayuntamiento de Madrid y es formadora de equipos educativos y asesoramiento a familias. Hace unos días contactó con nosotros y nos ha enviado este artículo en el que habla de la importancia de las escuelas infantiles.

 

La educación de los niños fuera del ámbito escolar está vinculada a los cambios, necesidades sociales y desarrollo de diferentes etilos de vida a consecuencia de la revolución industrial.

Las escuelas infantiles son establecimientos educativos de gestión pública, privada o concertada en la que se acompañan a niños y niñas de entre 0-3 años. Este acompañamiento viene de la mano de personal titulado, bien educadores infantiles o maestros y maestras. Su trabajo no solo consiste en supervisar a los niños y niñas y proveerlos de cuidados necesarios, sino también de alentarlos a aprender de una manera lúdica mediante la estimulación de sus áreas cognitiva, físico y emocional.

 

¿Qué es una escuela infantil?

Como he contado, las escuelas infantiles surgen por una necesidad adulta: la incorporación de la mujer al mundo laboral. En la actualidad, socialmente las escuelas infantiles son conocidas como espacios para “guardar” a los niños y niñas mientras los adultos trabajan. Nuestra gran lucha y trabajo diario, entre otros, está en cambiar esta percepción, porque muy lejos de guardar, nuestra principal función es la de acompañar. Acompañar de una manera individualizada y respetuosa el crecimiento y desarrollo de cada uno de los niños y niñas del aula.

Durante mucho tiempo las escuelas se empeñaban en generar productos (fichas, murales, actividades) con el único fin de justificar que el tiempo de los niños y las niñas alli era productivo.

Desde hace ya varios años, tomando como guía y ejemplo otros países, las escuelas infantiles siguen una línea única de acompañamiento y respeto. Distanciándose así de la idea tradicional, que trabajaba para mostrar productos y resultados más visibles y materiales, sin contemplar durante la etapa de aprendizaje, los aspectos internos e individuales de desarrollo de cada niño y niña. Nuestro camino, que en España tiene todavía poco recorrido, pues aún existe un alto porcentaje de escuelas “tradicionales”, tiene como objetivo principal dar respuestas reales a necesidades reales. ¿qué quiero decir con esto? ¿Qué le aporta a un niño/a colorear un círculo de color rojo? En la edad comprendida en 0-3 años no tienen la capacidad de controlar el trazo, ni la necesidad de aprender como lección los colores.

Su principal necesidad es poder SER. Ser niños y niñas escuchados y libres. Que sientan la libertad de descubrir y explorar aquello que necesiten en el momento que ellos lo necesiten. Es cuando la figura del adulto pasa a un segundo plano dejando pleno protagonismo a la infancia, al niño y la niña.

Necesitan saber de su cuerpo, qué pueden hacer y que no, descubrir sus limitaciones, descubrir a los otros, generar vínculos de apego seguro con sus personas de referencia, explorar el entorno, los objetos y lo materiales en función de sus deseos. Necesitan trabajar sobre su autonomía, refiriéndonos a esta no solo para ponerse los zapatos sino la posibilidad de ser autónomo/a en el juego, en decidir con qué o a qué jugar.  En tomar decisiones, salir al patio o jugar dentro del aula. Vivir la alimentación, el sueño y el aseo como procesos que han de ser acompañados y no impuestos o acelerados por el adulto.

 

ESCUELAS RESPETUOSAS:

Desde algunas escuelas se pone mucho ahínco en ofrecer un modelo de escuela libre, amable, concienciada con este concepto de infancia que venimos defendiendo y explicando hasta ahora.

Escuela que tiene como denominador común el respeto por la forma de ser de cada niño, sus procesos y su ritmo de aprendizaje. Casi todas las escuelas se definen con palabras como: Libertad, respeto, confianza en el niño y en sus capacidades de aprendizaje, no juicio, no castigos, acompañamiento emocional, aprendizaje vivencial. El juego libre y la curiosidad de las criaturas son el motor de aprendizaje. 

Los espacios están diseñados para fomentar la autonomía de los niños y las niñas creando rincones o espacios de trabajo según las áreas.

Las actividades son voluntarias, es decir, el niño o la niña decide si las acepta o no ya que son propuestas. No se obliga a los niños a aprender, si no que se respeta el ritmo y la necesidad de cada criatura.

La familia se considera la figura principal en la crianza y la educación de los niños y las niñas. Muchos de los proyectos son creados por familias y otros por grupos de educadores, pero en todos los casos la participación de las familias es fundamental.

El concepto de libertad en estas escuelas hace referencia a una libertad responsable: la libertad de tomar decisiones sobre su propia persona en función de sus necesidades, pero en interdependencia con las necesidades del otro y del compromiso con el colectivo.

 

¿Qué valores o señales de identidad debemos buscar en la futura escuela de nuestro hijo, hija?

Si lo que lleváis leído hasta ahora os hace sentir que es justo este tipo de escuela la que buscáis para vuestro hijo/a empieza ahora una ardua tarea de investigación donde, como adultos, tenemos la responsabilidad de encontrar ese lugar donde le permitan ser niño/a y donde no impulsen sus aprendizajes, sino que se limiten a acompañarlos.

Para ellos podemos fijarnos en:

1. Principios básicos de este tipo de escuelas:

 - El niño como protagonista.

 - Docentes competentes: colaborador, investigar y guiar, acompañar desde el respeto.

 - Espacio como el tercer maestro.

 - Las familias como aliadas.

 - La documentación pedagógica

 2. Donde el papel del adulto sea:

El de adoptar un rol diferente en su relación con el niño/a, apoyando su actuación en la observación directa, la comunicación verbal, el afecto y la estimulación indirecta. La intervención del adulto sobre los movimientos del niño podría resultar perjudicial para su desarrollo autónomo, por ello, hay que evitar meter prisa al niño, actuando con paciencia. Importancia de crear un vínculo con el adulto que le permita actuar con total espontaneidad. El adulto deberá proporcionar al niño ropa cómoda que facilite su movilidad y espacios amplios que puedan permitirle desplazarse y moverse sin limitaciones.

En cualquier caso, se deben buscar proyectos educativos acordes con la educación de casa, que den respuesta a las necesidades de los niños y niñas y no solo a la de los adultos.

 

¿Qué otros aspectos podemos valorar?

  - Cercanía del domicilio.

  - Horarios: Flexibilidad.

  - Tipo de cocina: cocina propia o caterin.

  - Aceptación de las familias en el centro.

  - Equipo educativo

  - Actividades semanales

 Irene Becerra Espada. VIVIENDO LA INFANCIA.

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