Consejos para cuidar el cerebro de los niños

Repasando artículos de educación me he topado con un libro muy interesante escrito por el Doctor Tomás Ortíz Alonso en el que indica cómo debemos cuidar el cerebro para conseguir mayor rendimiento y potenciar el aprendizaje de los niños.

En el libro "Neurociencia y Educación" se señalan qué aspectos hay que  tener en cuenta para conseguir una buena “higiene cerebral”. Básicamente son cuatro:

  • Nutrición. Estar bien nutridos es esencial en los primeros años de vida. Comenzar el día con un buen desayuno a base de cereales, frutas y lácteos es muy importante para tener un buen rendimiento a lo largo de la jornada. A medio día debemos aportar al cuerpo alimentos ricos en proteínas (legumbres, pescado, carne,   lácteos) vitaminas y minerales (frutas y verduras) acordándonos también de los ácidos Omega 3  y Omega 6 fundamentales para el desarrollo del cerebro. No debemos tampoco olvidarnos de la merienda y de la cena, si bien esta última no debe ser copiosa.
  • Hidratación. Los niños tienen que estar bien hidratados durante todo el día. La falta de hidratación hace que disminuyan las capacidades físicas y cognitivas vitales para el aprendizaje escolar. Por eso lo ideal es beber 2 litros de líquido al día espaciado a lo largo de la jornada.
  • Sueño. Es muy importante que los padres valoren la importancia que tiene el sueño tanto para mantener funciones como la memoria como para mejorar la capacidad de aprendizaje por el día. La falta de sueño puede repercutir muy negativamente en la salud física y mental del niño y dependiendo de la edad de los pequeños el número de horas que deben dormir va variando (los niños de 3 a 5 años deben dormir de 11 a 13 horas al día y a partir de 6 años 10-11 horas diarias)
  • Actividad física. Varios son los estudios que han demostrado los beneficios que el ejercicio tiene sobre la función cerebral y el rendimiento del aprendizaje y la memoria. Además el ejercicio contribuye a tener un mejor estado de ánimo hecho que facilita una mayor motivación y mejor capacidad de aprendizaje.

Todos estos hábitos saludables para el cerebro deberíamos enseñárselos a los niños desde pequeños porque durante los primeros años el cerebro tiene mayor capacidad de aprendizaje y de asimilación de información, aunque también es importante señalar que al ser una estructura plástica que se genera continuamente puede recuperar funciones casi hasta la vejez aunque sea de forma más lenta (como todos sabemos es más fácil aprender un idioma de pequeños aunque también es posible aprenderlo después).

Bibliografía: Ortiz, T.: Neurociencia y Educación (2009). Alianza Editorial

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