Cuidado con los piojos

Con la vuelta al cole vuelve una amenaza que, aunque siempre está ahí, durante estas fechas se hace más patente: los piojos

Los piojos son unos insectos que viven exclusivamente en los humanos. Se desarrollan en todas las épocas del año y no está relacionado con la falta de higiene (en contra de lo que muchas veces se cree) ya que cualquier persona, da igual la raza, el sexo o la edad puede infestarse. De todos es sabido que la pediculosis (así se llama la infestación por piojos) es más común entre los niños debido a que estos comparten más espacios y tienen un contacto más directo uniendo cabeza con cabeza en muchas de sus actividades cotidianas, y a veces compartiendo gorros, peines, horquillas, etc… lo que hace más fácil que pasen los bichitos de una cabeza a otra pues el piojo se desplaza caminando sobre todo por los cabellos secos.

El piojo de la cabeza vive en los cabellos secos y suele asentarse en la nuca y detrás de las orejas. Cada hembra pone 10 huevos al día (liendres) durante los 30 ó 40 días que vive, así que llega a poner alrededor de 300 liendres Las liendres son de color blanco y se adhieren a la base del cabello fuertemente debido a un líquido que segregan que es muy resistente e insoluble al agua. Estos huevos se incuban de 7 a 15 días, tiempo en el que se desarrolla la larva que poco después dará paso al piojo.

La temperatura óptima para el desarrollo del piojo son 28 ºC, no soportan temperaturas superiores a 45 ºC y por debajo de 12 ºC tienen dificultad para seguir creciendo. Esto hace pensar que el verano es la mejor época para ellos aunque, con los datos que se tienen actualmente, se puede decir que cualquier época del año es propicia para la propagación de estos insectos.

En contra de lo que se cree un piojo no tiene preferencias en cuanto al tipo de cabello y da igual del color que sea así como la longitud, aunque bien es verdad, que es mucho más fácil detectarlos y tratarlos con pelos más cortos.

Síntomas

El síntoma más evidente es el picor del cuero cabelludo, esto es debido a la inyección por parte del piojo de una toxina antes de succionar la sangre. El picor puede ser tan molesto que el niño puede provocarse irritaciones cutáneas importantes. Si vemos que el niño se rasca mucho la cabeza debemos proceder a examinarle al cabeza detectar cuanto antes la presencia de los piojos.

Debemos disponer de buena luz y revisar la cabeza mechón por mechón. No es fácil detectar los piojos porque no son insectos grandes y además se mueven rápidamente huyendo de la luz. Es más fácil ver las liendres que son de color plateado y están pegadas al cabello, sobre todo detrás de las orejas y en la nuca. La forma más fácil de retirar las liendres es con una liendrera (peine con púas muy juntas) que al peinar el cabello las arrastrará.

Tratamientos.

Cuando tengamos la certeza de que hay piojos o liendres se pueden utilizar preparados a base de piretroides o permetrina que paralizan y matan al piojo. Estos productos se presentan a base de champús, cremas o lociones y deben utilizarse de manera correcta para que el tratamiento de resultado ya que puede producir efectos adversos y su uso indiscriminado puede dar origen a resistencias.

Los insecticidas por acción física no tienen efectos adversos como los anteriormente citados, aunque su tiempo de aplicación es mayor. Son preparados que deben aplicarse con el cabello seco y retirarse una vez que han pasado varias horas (de 8 a 12).

El vinagre diluido se puede utilizar como complemento a los anteriormente citados, ya que el ácido acético disuelve el adhesivo que hace que la liendre se pegue al pelo y facilita su arrastrado con el cepillado. Este método bien realizado es muy eficaz e inocuo, aunque conlleva más tiempo en su realización.

Cada vez son más utilizados los preparados a base de esencias naturales para repeler las infestaciones de piojos o liendres. Así lo más usual es la esencia del árbol de té o esencia de lavanda que se puede aplicar en el cepillo cuando se peine el cabello a los niños.

Medidas de prevención.

  • Revisar periódicamente las cabezas, si puede ser con una liendrera.
  • Recoger el pelo de las niñas y mantener corto el de los niños para que el contracto no sea tan fácil.
  • Aplicar colonia o espuma al pelo para que no sea tan atractivo a los piojos.
  • Se debe evitar que los niños pasen mucho rato con las cabezas juntas, esta situación se da muy a menudo cuando leen algo juntos, miran alguna pantalla, etc.
  • Tener una adecuada higiene, lavándonos siempre las manos y uñas par evitar la propagación a través de ellas.
  • Si vamos a la piscina debemos utilizar siempre gorro y no compartir útiles de peinado.
  • Sumergir en disolución desinfectante los útiles de peinado.
  • Lavar y secar la ropa a alta temperatura, sobre todo la ropa de cama y las toallas que son las prendas que más en contacto con el pelo están.
  • Avisar en el colegio para que el resto de padres revise a sus hijos.

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